Poca gente sabe que antes del siglo XVI, la mayoría de los iraníes eran sunnitas: Irán era uno de los países más importantes de la historia intelectual y espiritual del Islam.
Entre los sabios sunnitas iraníes más famosos, tenemos los imames Abu Hanifa, Bujari, al-Ghazali, Muslim, Tirmidhi, Abu Dawood, al-Yuwaini, Al-Baihaqi….
El terrible fin de esta grande tradición sunnita iraní ocurrió con la fundación del imperio Safavida en 1502 por Ismael I, el primer imperio iraní en adoptar como religión oficial el shiismo duodécimo (1), principalmente por razones políticas, para hacer frente al poderoso vecino Otomano. El problema principal para Ismael I es que la mayoría de la población iraní era sunnita, seguidores de las escuelas shafi’i y hanafi.
Entonces, el Emperio Safavida aplicó una política (2) digna de la reconquista española:
*Conversión forzada de toda la población al shiismo.
*Persecución de los sabios sunnitas, terminaron asesinados y exiliados (3).
*Invocación de la maldición contra los tres primeros califas en todas las mezquitas del imperio.
*Celebración anual del asesinato del Califa Umar, que Dios esté complacido con él.
*Destrucción de las mezquitas y los cementerios sunnitas.
*Destrucción de las confraternidades de tasawwuf, expropriación de sus bienes.
Hubo periodo un poco más tolerante con el sunnismo, como la del hijo del fundador, Ismael II, bajo la influencia del sabio sunnita Mirza Makhdum Sharifi. Pero tras este largo proceso de dos siglos, Irán pasó de un país con neta mayoría sunnita, a un país con mayoría shiita. Hoy en día, solamente 9 % de los iraníes son sunnita y sufren discriminación (4).
Es importante recordar que esta política discriminadora no se limitó solamente a los sunnitas, pero se aplicó tambien con mucha violencia a los cristianos armenios y a los judíos, que fueron deportados desde las fronteras hacia el interior del país: en Isfahan sigue existiendo un barrio armenio fundado por los sobrevivientes de estas deportaciones.
Dante Ibrahim Matta,
2020